¿Qué debe tener una mesa para soldadura y qué elementos de sujeción se utilizan para soldar?

Las mesas de soldadura, tal como las mesas de trabajo, son imprescindibles para lograr buenos resultados en nuestros trabajos. También es importante contar con distintos elementos de sujeción aptos para esa tarea.

La pregunta que se hacen muchos amateurs y profesionales es cuáles elegir; la oferta es diversa, pero no todos los elementos de sujeción sirven para la misma tarea. Del mismo modo, no existen las mesas de soldadura universales: hay rotativas y fijas, grilladas, lisas, cribadas, etcétera.

La correcta selección de ambos elementos de trabajo determinará el éxito en nuestros proyectos. Veamos de qué se trata cada uno y los usos que se le pueden dar.

Mesas de soldadura

Las mesas para soldar se dividen en dos grandes grupos: las fijas y las articuladas. Las fijas a su vez pueden separarse en lisas, ranuradas o cribadas. Las articuladas, a su vez, en giratorias, basculantes, etcétera. Cualquiera de las mesas —fijas o articuladas— pueden tener ruedas o patas fijas regulables; por lo general las más básicas y pequeñas incluyen ruedas para trasladarlas, mientras las más grandes y complejas requieren, por su propia naturaleza, patas fijas regulables, que permiten adaptarlas a cualquier superficie irregular o desnivelada.

Cada una cumple un propósito determinado por el tipo de trabajo al que las destinaremos.

Fijas

Son aquellas mesas para soldar que ofrecen una superficie de apoyo rígida, que no es posible mover, y están indicadas para todos aquellos trabajos en donde los ángulos son rectos o fáciles de obtener mediante escuadras de obra.

Las más comunes son las de superficie lisa, aunque existen también cribadas y ranuradas.

Lisas

Banco soldadura liso Solter

La superficie de trabajo no posee agujeros o ranuras. Estas mesas de soldadura están indicadas para realizar los trabajos más sencillos, para los que basta con utilizar algunos de los elementos de sujeción que veremos más adelante.

Por lo general se trata de una mesa rectangular, de ángulos ortogonales, con una superficie superior forrada con chapa de hierro, y una superficie inferior, opcional, destinada a guardar los accesorios y otras herramientas como limas, escofinas, cepillos, etcétera.

La superficie superior, de trabajo, está dispuesta de forma tal que permite colocar libremente elementos de sujeción tales como sargentos, morsas y mordazas, por lo que es ideal para soldar entre sí piezas de mayor tamaño que la misma mesa, y disponerlas a gusto.

Cribadas o reticuladas

Las mesas de soldadura cribadas, o reticuladas, son similares a las lisas, pero la superficie de trabajo contiene agujeros (cribas) en donde es posible fijar elementos tales como suplementos, distanciadores, escuadras y otros instrumentos que permiten sujetar y posicionar las piezas.

Mesa cribada

Estas mesas para soldar suelen tener una superficie de trabajo realizada en acero plasmanitrurado, lo que les otorga dureza y resistencia a la corrosión. Los agujeros, normalizados en diámetros estándar y con roscas métricas (generalmente 10 o 12) están distanciados entre sí 100 mm, por lo que resulta sencillo ubicar y fijar cualquier grupo de piezas a soldar.

Ranuradas

Mesa ranurada para soldadura

Estas mesas de soldadura cuentan con ranuras —equidistantes unas de otras y perpendiculares entre sí— que permiten deslizar tuercas T (llamadas vulgarmente dados), empleadas para sujetar suplementos, escuadras y otros elementos de sujeción por medio de tornillos de rosca métrica y cabeza Allen.

Se utilizan para trabajos de soldadura en donde es imprescindible contar con precisión en los ángulos y en donde es necesario evitar por todos los medios que las piezas se muevan.

Dado 2

Articuladas

Estas mesas para soldar, además de poseer algunas de las características antes mencionadas, permiten mover o girar la mesa de trabajo, lo que permite alcanzar lugares difíciles de acceder. Existen tres tipos distintos: rotativas, inclinables y regulables en altura. Existen modelos que combinan esos tres grados de libertad.

Inclinables

Cuentan con un sistema que permite pivotar la mesa de trabajo para soldar sobre su eje transversal; algo que convierte en amena y eficiente la tarea de soldar piezas complejas en donde es necesario llegar a recovecos de difícil acceso.

Muchos modelos cuentan con un dial indicador del ángulo de trabajo; si bien no es imprescindible contar con él, en algunos casos es útil.

Rotativas

Mesa ranurada rotativa para soldar

A simple vista, los modelos más básicos se asemejan al plato divisor de una fresadora. No obstante, son mesas de soldadura de movimiento radial, que permiten soldar piezas circulares con mayor facilidad.

Mesa ranurada rotativa inclinable

Existen modelos, como el que se ve aquí arriba, que además del pivotado de la mesa permiten inclinarla, combinando dos grados de libertad.

Regulables en altura

Mesa ranurada rotativa inclinable altura regulable

El tercer grado de libertad es el que nos da la regulación de la altura; útil cuando las piezas a soldar se superponen verticalmente.

Hay modelos que incluyen los tres movimientos posibles: altura, giro e inclinación. En la foto de arriba se puede ver una de ellas.

Elementos de sujeción para soldadura

Como complemento a las mesas de soldadura, tenemos los elementos de sujeción y posicionamiento. Estos se encargan de fijar las piezas a soldar a la mesa, y, opcionalmente, permiten posicionarlas en determinados ángulos o separadas cierta distancia entre sí. Veremos a continuación las más comunes de estas herramientas y dispositivos.

Tuercas T

También llamadas dados, son un elemento importante a la hora de ubicar los distintos elementos de sujeción a las mesas de soldadura ranuradas. Se trata de bloques de hierro, aluminio o, raras veces, acero, en forma de T y con un agujero con rosca métrica en el centro, que se desliza por las ranuras de la mesa manteniendo libre el agujero para atornillar en ellos los tornillos (espárragos) que permitirán sujetar diversos elementos sobre la mesa.

Tornillos de banco

También llamadas morsas, se ajustan a las mesas de soldadura y permiten sujetar las piezas directamente a través de sus mordazas, que pueden ser duras o de materiales más blandos —aluminio, plomo, latón, entre otros—.

Morsa para soldadura

Existen distintos modelos, aunque todos operan en forma similar. Algunas morsas permiten su sujeción a las mesas de soldadura ranuradas por medio de las tuercas T (foto de arriba).

Morsetos paralelos

Cuando se requiere sujetar dos piezas entre sí garantizando su nivel y paralelismo, es necesario hacer uso de los morsetos paralelos. Son dos barras de acero, planas, unidas por sendos tornillos dispuestos en forma paralela. De ese modo se asegura el paralelismo de ambas barras, con lo cual las piezas que se coloquen entre ellas quedarán al mismo nivel.

Sargentos

Sargento para soldadura

Los sargentos están compuestos por una pieza fija —generalmente de fundición— en forma de C, que en una de sus puntas posee un tornillo que permite ajustar las piezas y la mesa contra la otra punta.

Se utilizan para ajustar una pieza individual contra la mesa o dos o más piezas entre sí. Su apertura máxima está especificada con un número. A mayor número, mayor tamaño.

Columnas

Junto a las tuercas T, permite sujetar verticalmente cualquier pieza o piezas a la mesa de trabajo, garantizando que la presión se mantenga siempre perpendicularmente a las mismas.

Escuadras

Son placas escuadradas con ranuras en ambas caras, que permiten sujetarlas a las mesas de soldadura ranuradas por medio de tuercas T.

Facilitan enormemente la tarea de escuadrar las piezas, y mantenerlas en escuadra mientras se realiza la soldadura.

Elementos de sujeción para soldadura

Mordazas y suplementos

Es necesario contar con varios de ellos en las gavetas. Existen en distintos tamaños y formas, pero todos cumplen la misma finalidad: permitir la sujeción de las piezas mediante el uso de tornillos y tuercas T.

Suplementos para soldadura