¿Cómo usar un Pico?

Es interesante notar que el origen de esta útil herramienta manual se remonta a las épocas prehistóricas. Los primeros picos no eran más que cornamentas de una especie adecuada de antílope, como por ejemplo el venado, hábilmente talladas por el hombre para facilitar su uso. Se empleaban principalmente en tareas agrícolas y fueron precursoras de otras herramientas más complejas, como el arado y el azadón.

El diseño y la construcción de los picos se fueron modificando con el paso del tiempo para extender su aplicación no sólo a la minería tradicional, sino también como arma de guerra de la era medieval. Hoy en día, el uso del pico aún es primordial, tanto en la minería como en la agricultura, la jardinería y la construcción.

Si bien existen diversos modelos de tamaño y forma, todos los picos son herramientas de destrucción y picado constituidas por una barra ligeramente encorvada de hierro o acero y un mango de madera o fibra de vidrio en el centro. Es precisamente el diseño de los extremos de la barra metálica el que varía para no sólo conferir características particulares a la herramienta, sino también para distinguir su nombre.

Veamos algunas variantes. Vale aclarar que las denominaciones suelen diferir dependiendo de los países y, según el fabricante, puede haber más combinaciones de las que describiremos a continuación.

Tipos de picos

Pico: la barra metálica del pico propiamente dicho puede ser simétrica o asimétrica y presenta ambos extremos en punta afilada. Estos extremos puntiagudos se utilizan con mayor frecuencia para romper superficies rocosas o duras como hormigón o tierra seca endurecida. El gran impulso de un pico pesado combinado con pequeñas áreas de contacto le confiere notable eficacia para este propósito. Por ello, la principal aplicación del pico reside en preparar el terreno de la construcción, ya sea abriendo zanjas o desmenuzando la tierra. Una variante de pico es aquella donde uno de los extremos es plano con borde ancho y cortante (Figura denominada «pico 1»), por lo que en ese caso la herramienta es útil para el desterronado y las excavaciones en suelos blandos o para extraer troncos y raíces. Para manejar los picos se emplean siempre las dos manos.

Zapapico: la diferencia básica con el pico es que el zapapico posee uno de sus extremos en forma de azada o pala delgada y larga, con un borde cortante que permite cavar con rapidez y exactitud.

Alcotana o picoleta: es una especie de pico, algo más pequeño, que se utiliza fundamentalmente en albañilería. Uno de sus extremos es cortante y posee forma de hacha mientras el otro tiene forma de azada o pala. Sin embargo, puede haber variantes de alcotanas en que el extremo cortante se reemplaza por un martillo (alcotana 1) o una punta (alcotana 2), como en el pico convencional. Todas las alcotanas se pueden manejar con las dos manos o bien, en el caso de las más pequeñas, con una sola mano.

Piqueta: es similar a los picos y alcotanas pero es pequeña y por lo tanto se maneja con una sola mano. El mango posee unos 40 cm de largo y los extremos de la barra pueden ser, al igual que las alcotanas, de varias formas, destacando la combinación de pala-hacha y martillo-hacha. Se emplea en una variedad de aplicaciones, como cortar ladrillos, quitar restos de cemento u hormigón, asentar ladrillos sobre las hiladas, etc.

Tipos de Picos

Consejos para el uso y el mantenimiento de los picos

Por tratarse de herramientas peligrosas, los picos deben emplearse siguiendo medidas de seguridad personal, como el uso de botas y gafas protectoras aprobadas, cuidando de que no haya otras personas en las cercanías donde se maneja la herramienta.

Unos de los errores más comunes que pueden derivar en lesiones es emplear picos cuyas puntas están dentadas, melladas o estriadas, o cuyos mangos son de dimensiones inadecuadas o presentan astillas. Por otro lado, los picos nunca deben usarse para golpear o romper superficies metálicas o enderezar herramientas, tales como martillos u otras.

En lo que hace a su mantenimiento, los picos deben guardarse limpios en un lugar seco, y aceitados o engrasados para protegerlos de la oxidación. Los extremos que se usan para corte deben mantenerse afilados, haciendo uso de una piedra de afilar si fuere necesario.

Los picos que se emplean en jardinería y agricultura deberán lavarse para eliminar la tierra adherida utilizando un cepillo de acero y agua jabonosa, y luego desinfectarse para el uso futuro, a fin de proteger las plantas de enfermedades y parásitos.

Los picos más modernos están construidos en una sola pieza de acero forjado tratado térmicamente, con propiedades que les confieren una máxima resistencia a la tracción, la torsión, el desgaste y el impacto.