Las pinzas pelacables son una herramienta clave: se hicieron necesarias con la llegada de la electricidad a la población e industria en general. Pero fue sólo recientemente que algunos fabricantes comenzaron a ofrecer los pelacables con mayores atributos para facilitar el trabajo, que ofrecen la misma funcionalidad pero cuidando la integridad física de quienes los utilizan.
Los mejores pelacables son aquellos que protegen las manos del operario sin sacrificar la eficiencia en las dos operaciones para las cuales están diseñados: pelar cables y cortarlos.
¿Qué son los pelacables?
Básicamente, son pinzas pelacables que permiten realizar el seccionamiento o el devanado de los conductores eléctricos sin riesgos de accidentes para el operario. En ocasiones permiten incluso mejorar la eficiencia de la operación, siendo, en ese caso, superiores a los pelacables o alicates tradicionales que no tienen ciertas medidas de seguridad.
Se logra la seguridad en la operación de distintas maneras: algunos pelacables poseen un filo oculto o bien disponen de algún sistema que impide el contacto de los dedos o la mano con ese filo cuando éste está expuesto.
También existen distintos tipos de pelacables: los hay de uso general o específicos para determinados tipos de cable, como los coaxiales.
¿Qué daños pueden provocar los pelacables no seguros?
Existen tres riesgos al operar un pelacables sin tomar las medidas de seguridad correspondientes: corte, presión y electrocución.
- Corte: es el accidente más común, y suele ocurrir cuando el dedo queda dentro de la zona de corte de la herramienta.
- Presión: ocurre mayormente en las herramientas de uso general como las pinzas de punta, y se provoca al colocar el dedo o la mano en la zona de aplicación de presión.
- Electrocución: ocurren generalmente al utilizar pinzas pelacables que no están correctamente aisladas, o cuya aislación se ha desgastado con el tiempo.
Tipos de pelacables
De acuerdo al trabajo a realizar debe seleccionarse el pelacables adecuado. Existen varios tipos de pelacables para elegir:
Pelacables de uso general
Permiten pelar (y opcionalmente cortar) cualquier tipo de cable, aunque no se recomienda su uso para cables coaxiles, ya que su filo no está diseñado específicamente para ese tipo de conductores eléctricos.
Los hay de dos modelos distintos: tubulares y con mecanismos que impiden el contacto del filo con el cuerpo. Los primeros contienen el filo dentro del tubo; se abren lateralmente, permitiendo así colocar el cable dentro del dispositivo, luego se cierran y se realiza el corte en forma circular y progresiva. Una vez alcanzada la profundidad de corte deseada (regulable mediante un deslizador), se estira la vaina, que se desliza fácilmente, dejando al descubierto el conductor (si se trata de un cable unipolar) o los cables internos, si estamos devanando un cable de doble aislación (como los cables de taller, por ejemplo).
Como el resto de los productos de este tipo, previenen cortes en la piel, pellizcamientos por presión y electrocuciones.
Pelacables de seguridad para cables de difícil acceso
Están pensados para ser manipulados con facilidad en aquellos sitios que, por su disposición, impiden el fácil acceso con otras herramientas. También son útiles cuando se requiere pelar con precisión un cable del cual sólo queda un pequeño cabo.
Existen distintas circunstancias que hacen deseable trabajar con este modelo especial: al instalar artefactos de embutir (con lo cual es necesario pelar cables que están instalados en lo profundo de un agujero en el techo, o dentro de cajas de difícil acceso), o bien cuando el segmento final del cable es muy corto, y queremos evitar una operación fallida de pelado que nos dejaría con el cable inutilizado.
La operación es muy sencilla: se abre el tubo, se coloca dentro el extremo del cable, midiendo el tramo que queremos pelar, se cierra la herramienta y se la gira; así, los filos internos comenzarán a cortar hasta la profundidad deseada, exponiendo así el conductor y sin necesidad de estirar innecesariamente el cable o arriesgarnos a realizar una operación fallida que nos deje con un cabo aún más corto.
Es de notar que la operación es sumamente sencilla y segura, con lo cual evitamos el riesgo de cortes, pellizcamientos, electrocuciones y cortes mal hechos.
Pelacables de seguridad para cables coaxiles
Estos modelos por lo general son de diseño tubular, y albergan en su interior los filos de corte, por lo que su operación resulta totalmente segura, incluso en cables energizados.
Se diferencian de los pelacables tubulares de uso general en que las cuchillas están diseñadas para cortar el aislamiento sin dañar la malla interna. Adicionalmente, permiten cortar también la vaina interna, con lo que estos modelos ofrecen un corte prolijo y seguro sobre los cables coaxiles.
¿Qué debo buscar en un pelacables?
El pelacables ideal debe ofrecer protección contra los tres tipos de accidentes que vimos anteriormente (cortes, pellizcamientos por presión y electrocuciones), sin perjuicio de que se vea afectada la operación para la cual fue diseñado: pelar y, opcionalmente, cortar los cables.
Adicionalmente a estos parámetros, una buena pinza pelacables debe ofrecer un buen agarre (esto es, evitar que se deslice por presencia de sudor en las manos) y una postura anatómica, que no resienta las articulaciones.
En resumen, buscar aquellas herramientas que posean las siguientes cualidades:
- Mango anatómico, antideslizante.
- Cuerpo aislado, para evitar electrocuciones.
- Filo oculto o protegido por algún mecanismo que impida el contacto con la piel, ya sea de las manos o los dedos.
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