Una de las compras más entusiastas de los trabajadores y aficionados que disponen de un gran número de herramientas es el elemento destinado a guardarlas y transportarlas. Sin embargo, adquirir un carro de herramientas es también una tarea desafiante. Los hay disponibles en casi todas las variedades imaginables, desde una simple unidad de dos bandejas hasta unidades de gran ancho con seis o más cajones y una tapa rebatible, por no mencionar los complejos armarios rodantes con cajones y puertas. Entonces, ¿cómo nos decidimos entre la amplia selección de carros de herramientas que ofrece el mercado?
En una primera aproximación, podemos afirmar que para el aficionado que solo posee unas cuantas herramientas básicas, un carro simple de dos ruedas o uno de cuatro ruedas con bandejas y acorde a su presupuesto serán suficientes. Sin embargo, para el profesional con una nutrida colección de herramientas que se incrementa año a año, la calidad y durabilidad del carro de herramientas debe ser una prioridad.
No nos engañemos: aunque un diseño exterior pueda parecer sólido y atractivo, lo que importa cuando se trata de almacenar nuestras herramientas de manera segura y conveniente es lo que hay por dentro. La durabilidad de un carro de herramientas está determinada no sólo por la calidad del material y de los componentes, sino también por la manera en que fue armado.
Por lo tanto, antes de acudir a nuestro comercio de confianza para adquirir un carro porta herramientas, intentemos responder a estas preguntas:
- ¿Cuál es el número y peso total aproximado de las herramientas que guardaremos?
- ¿Cuántas herramientas voluminosas o de gran tamaño debemos guardar?
- ¿Con qué frecuencia desplazaremos el gabinete de herramientas?
- ¿Cómo es la superficie del piso donde colocaremos y desplazaremos el carro?
- ¿Hay posibilidades de que las herramientas sean robadas de nuestro lugar de trabajo?
- ¿Cuál es el uso previsto de la parte superior del carro?
- ¿Necesitamos alguna comodidad particular como parte del carro?
Partiendo desde lo básico
En primer lugar, es muy importante definir la capacidad de almacenamiento de nuestro carro. A priori, podríamos estar tentados en elegir un carro capaz de acomodar las herramientas que ya tenemos. Pero hay que prever la posibilidad de que sigamos comprando más herramientas, por lo que siempre convendrá decidirnos por un carro de almacenaje de tamaño acorde, pensando en el futuro más que en el presente.
Junto con la capacidad, la frecuencia de desplazamiento del carro facilitará la decisión en cuanto al tamaño y tipo de diseño que necesitamos. Por ejemplo, un contratista que realiza trabajos domiciliarios y/o que se traslada continuamente de una obra a otra, o bien un usuario hogareño que desea tener su colección de herramientas en un solo lugar, encontrarán muy conveniente un carro de dos ruedas, que son más livianos, soportan condiciones de trabajo en exteriores y se transportan fácilmente aún en terrenos desparejos, como subir un cordón, o por montículos, en ascensores o montacargas, por ejemplo. A tal fin, un carro de plástico o material compuesto como el que muestra la figura podría prestarnos una gran utilidad.
Si tenemos herramientas pequeñas que preferimos acomodar en cajones, o si muchas de nuestras herramientas son pesadas, podemos optar por un modelo más reforzado y durable construido en acero y plástico, provisto de cajones de tamaño variable y con asas de aluminio, como muestra esta otra figura.
Ahora, si el trabajo que realizamos tiene un lugar físico determinado, por ejemplo, un taller, un salón industrial o comercial, o el propio garaje o sótano de nuestro hogar, y tenemos o planeamos tener una gran cantidad de herramientas para guardar, y/o deseamos contar con una superficie plana para trabajar, entonces será conveniente orientar la búsqueda hacia los carros de cuatro o más ruedas, ya sea con bandejas, cajones o una combinación de ambos. Y en este caso hay más consideraciones a tener en cuenta, así que vamos a detallarlas a continuación.
Consideraciones sobre el bastidor
El bastidor de un carro de herramientas es la estructura básica que soporta los demás componentes, como los cajones y las ruedas. Como tal, debe resistir no sólo la fuerza que impone el peso de las herramientas almacenadas en el carro, sino también las que surgen al desplazar el carro cargado, especialmente por pisos desparejos o con obstáculos en el camino, como hoyos o piedras. Existen algunos elementos inherentes a la construcción que limitan el daño que causan estas fuerzas al bastidor y, por ende, al carro. Por ejemplo:
El calibre del acero usado en la construcción es fundamental. El calibre (espesor) típico de las chapas de acero usadas para construir el bastidor varía entre 14 (1,90 mm) y 22 (0,76 mm). Cuanto menor sea el número, más grueso y más duradero será el material. Un carro fabricado con acero calibre 16 es más durable que uno de acero calibre 20. Generalmente se usan calibres de acero diferentes para las diversas secciones del bastidor, por ejemplo, calibre 16 para la parte superior e inferior, y calibre 18 o 20 para los laterales, montantes y canales para cajones. El calibre se refleja generalmente en el peso neto del carro. Esto significa que cuanto más pesado sea el carro, más grueso será el calibre del acero usado en su construcción.
El número total de soldaduras puede tener un gran impacto en la durabilidad a largo plazo. Si bien la soldadura por puntos es un método de producción universalmente aceptado para unir dos piezas metálicas, lo que no es universal es el número de soldaduras requeridas. Un bastidor de menor calidad tendrá menos soldaduras. Esto significa que hay menos uniones entre las piezas del bastidor y que están separadas por una mayor distancia. La manera más sencilla de detectar el número de soldaduras es simplemente retirando los cajones y observando el bastidor.
Refuerzos tales como montantes de esquina, canales en “C” y paredes adicionales añadidos dentro del bastidor son también excelentes indicadores de una calidad superior. No todos los refuerzos son iguales, por lo que una vez más nos conviene retirar varios cajones para acceder al bastidor e inspeccionar la cantidad, el espesor del acero, el tamaño y la ubicación de los refuerzos.
Consideraciones sobre los cajones
La función principal y obvia del sistema de cajones es guardar las herramientas -especialmente las más pequeñas- de manera segura, al tiempo que permite un acceso sencillo a su contenido. Los cajones (incluidos los rieles o correderas) son generalmente el componente más costoso de la fabricación de un carro de herramientas, por lo que cuanto mayor sea el número de cajones, mayor será el precio del carro, aunque este no es el único indicador de calidad. Frecuentemente los fabricantes ignoran los detalles de construcción de los cajones para enfatizar las especificaciones de las correderas. Sin embargo, ambas cosas son importantes.
En primer lugar, tenemos que prestar mucha atención a nuestras necesidades actuales y futuras de almacenamiento. Los carros con muchos cajones poco profundos son ideales para alojar infinidad de herramientas pequeñas tales como alicates, llaves combinadas, llaves Allen, destornilladores, micrómetros y otras herramientas manuales. Si nuestra colección de herramientas incluye elementos más grandes y/o voluminosos como máscaras para soldadura, herramientas eléctricas o llaves ajustables, deberemos considerar un carro con cajones más profundos. Como pauta general y a los efectos de un mayor orden, siempre conviene decidirnos por un carro porta herramientas con la máxima cantidad de cajones que nuestro presupuesto pueda afrontar.
En vista de ello, tengamos en cuenta estas sugerencias. El calibre de la chapa de acero para construir el cajón es relevante, ya que al igual que con el bastidor, cuanto menor sea el número del calibre, mejor será la calidad del cajón. Además, los bordes, el fondo y la coplanaridad de los cajones con el bastidor son otros indicios de calidad y/o comodidad. A diferencia de los bordes rectos, los bordes redondeados proporcionan una rigidez significativa al cajón, lo cual es fundamental para los cajones muy cargados porque evita su deformación. El fondo estampado de un cajón actúa como «corrugación», que proporciona un enorme aumento de la fuerza y durabilidad. El hecho de que la línea de cajones coincida con la del bastidor (es decir, que no sobresalgan de este) aprovechan el espacio de almacenamiento de manera más eficiente.
Consideraciones sobre las correderas, guías o rieles de los cajones
Las correderas se pueden categorizar generalmente en dos tipos: por fricción y por rulemanes (o rodamientos). Ambas funcionan de manera similar, ya que requieren la inserción de las guías deslizantes hembra (ubicados sobre los costados del cajón) en los canales macho (situados en el interior del carro). Sin embargo, presentan sus diferencias.
Como implica su nombre, las correderas que actúan por fricción no tienen rodamientos y por lo tanto los cajones se abren y se cierran usando fricción puramente cinética. El contacto acero-acero produce un desplazamiento algo exigido (se necesita mayor fuerza por parte del usuario), más ruidoso y más lento. A pesar de esto, las correderas por fricción tienen muchas ventajas, ya que son más económicas, no tienen componentes que puedan desgastarse, requieren lubricación ocasional y su facilidad de instalación o remoción prácticamente elimina la posibilidad de que queden desalineadas.
Por su parte, las correderas con rulemanes proporcionan una superficie lisa sobre la que se deslizan las guías macho y hembra. El resultado es un desplazamiento prácticamente sin esfuerzo, silencioso y rápido, tanto de apertura como de cierre de los cajones, y es la razón por la cual las correderas con rulemanes se han vuelto muy populares y hoy en día prácticamente dominan el comercio de marcas reconocidas de carros de herramientas.
Es importante, no obstante, que las correderas con rulemanes sean de buena calidad y que se extiendan al 100% de su capacidad, de manera que los cajones puedan abrirse completamente. Un mecanismo de traba, para impedir que la apertura accidental de los cajones (durante, por ejemplo, el transporte del carro) pueda dañar objetos cercanos, también es un detalle para fijarse.
Consideraciones sobre las ruedas
Algunas de las preguntas que formulamos al principio de este artículo también determinarán el tipo de ruedas que debe tener el carro que elijamos.
La frecuencia de movimiento, por ejemplo, es importante para evaluar la dureza de las ruedas. Si planeamos dejar nuestro carro en un lugar fijo y moverlo muy ocasionalmente, entonces cuanto más duras sean las ruedas mejor resultado vamos a tener. Las ruedas blandas que no se mueven con regularidad pueden deformarse, dando lugar a un borde plano que impedirá que puedan rodar normalmente cuando debamos desplazar el carro.
El tipo de superficie donde se moverá el carro porta herramientas nos dará una idea del material más adecuado para las ruedas. Un piso liso y pulido, como el de un salón comercial o institucional, por ejemplo, es ideal para ruedas blandas de caucho, ya que se deslizarán fácilmente con un mínimo de esfuerzo, ruido y desgaste del piso. Los pisos irregulares, manchados o sucios, como los que se encuentran en talleres y ambientes industriales, son indicados para las ruedas duras de resina poliuretánica o fenólica, ya que resisten diversos solventes y se desplazan con mayor facilidad sobre imperfecciones de la superficie o material residual en el piso, como virutas o productos de empaste.
No obstante, debemos tener en cuenta que no existen ruedas “perfectas” para todos los ambientes de trabajo. Las más blandas se desplazan mucho mejor, pero se dañan en condiciones de trabajo rigurosas y tienen menor capacidad de peso máximo a soportar. Y precisamente en lo que respecta al peso máximo, cuanto mayor sea la capacidad informada de las ruedas, mayor será la carga que puedan admitir y transportar.
Consideraciones sobre la seguridad de las herramientas
Una colección de herramientas es un bien preciado, por lo que muchos fabricantes incorporan en sus carros diversos tipos de cerraduras y sistemas de seguridad, de los más simples a los más complejos. Algunos tienen en cuenta aspectos de seguridad laboral, con la finalidad de impedir la apertura accidental de los cajones durante el transporte, como vimos más arriba. Otros apuntan directamente a evitar el robo de las herramientas contenidas en el carro.
En lo que se refiere a esto último, también hay mecanismos sofisticados, tales como tarjetas de acceso, identificación por huella dactilar y contraseñas de teclado. Sin embargo, por razones de costo, las cerraduras más habituales de un carro de herramientas son, por lejos, las de tambor, las tubulares o las comunes que tenemos en el hogar.
Aunque unas son más eficaces que otras, lo primordial es que, si la seguridad de nuestro carro es un factor, elijamos uno que cuente con algún sistema de cerradura y que el fabricante disponga de llaves de repuesto (es muy posible que alguna vez perdamos la llave original), así como de varias combinaciones de cerradura disponibles. Cuanto mayor sea el número de combinaciones, menor será la probabilidad de que alguien de nuestro entorno laboral tenga una llave que pueda abrir nuestro carro de herramientas.
Consideraciones sobre el confort buscado
Estos aspectos adicionales también tienen su importancia para decidir una compra de acuerdo a nuestro presupuesto y con la que podremos sentirnos 100% satisfechos.
Utilidad de la superficie superior del carro: la mayoría de los fabricantes ofrecen sus carros de herramientas, especialmente los modelos de tipo armario con cajones y/o puertas, con una parte superior lisa, que puede ser de caucho, acero inoxidable, acero o madera, cuyo propósito es ofrecer un cómodo banco de trabajo. Esta será una opción interesante si necesitamos un espacio adicional para trabajar, si no contamos con ninguna superficie donde trabajar (por ejemplo, en un garaje o sótano) o bien, si deseamos que cada vez que trasladamos el carro tengamos instantáneamente y allí mismo un banco de trabajo.
Si, por el contrario, una mesa de trabajo “móvil” no es una prioridad, podemos aprovechar nuestro carro para guardar aún más herramientas u objetos como latas y frascos. A tal efecto, hay fabricantes que ofrecen tapas en la parte superior del carro, ya sea en voladizo, deslizables o rebatibles -incluso, en algunos modelos, formando un banco de trabajo cuando están cerradas- que podrán servir para diversos propósitos. La figura de abajo muestra algunos ejemplos de carros con estas características, tanto de dos como de cuatro ruedas.
Accesorios: los fabricantes también ofrecen múltiples accesorios que añaden practicidad y versatilidad a un carro de herramientas. Por ejemplo, como ya revisamos en un artículo anterior, podemos adquirir mesadas de acero inoxidable, madera o plástico, estantes regulables para añadir a un carro que tiene un armario lateral, almohadillas lisas para proteger los cajones, almohadillas organizadoras para cajones, bandejas plegables, barras metálicas portaherramientas para añadir a las paredes laterales del carro, y muchos otros accesorios que cubrirán algunas de nuestras necesidades especiales.
Detalles de categoría: aunque podemos mencionar varios, este es un par de ideas útiles. Por ejemplo, una luz de trabajo integrada en un carro de herramientas es una ingeniosa característica que nos ayudará a encontrar las herramientas en áreas poco iluminadas. Por su parte, algunos modelos de carro también tienen integrada una estación de carga, opcionalmente con puertos USB. Esto será muy adecuado para cargar las baterías de herramientas eléctricas, dispositivos móviles o computadoras portátiles que podamos necesitar durante el trabajo.
Por último, podremos elegir el color de nuestro carro de herramientas según una amplia gama disponible de cada fabricante, y el diseño quedará supeditado no sólo a nuestras necesidades puntuales (profundidad de los cajones, necesidad o no de puertas laterales y/o mesa de trabajo, modelos de dos o cuatro ruedas, modelos con o sin cerradura, etc.), sino también a nuestros propios gustos personales.
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