Baterías para Herramientas Eléctricas | De Máquinas y Herramientas

Lo que en el pasado era una rareza, actualmente se ha casi convertido en “la norma”. Las herramientas eléctricas sin cable o inalámbricas se han apoderado rápidamente de todas las disciplinas y gozan de una vasta aceptación por partes iguales entre profesionales, trabajadores y entusiastas del bricolaje en cualquier área.

Además de su portabilidad y del ahorro de costos que elimina la necesidad de compresores, cables eléctricos y mantenimiento, las herramientas inalámbricas garantizan un uso más seguro que beneficia al usuario, reduciendo notablemente los riesgos de tropezones y descargas eléctricas. Esto también favorece a los talleres e industrias, que en los últimos años han experimentado una marcada disminución de las demandas de indemnización por parte de sus trabajadores.

Sin embargo, el motivo principal del impulso que han recibido las herramientas inalámbricas se refleja en una tecnología mejorada, capaz de ofrecer piezas robustas y más duraderas, proporcionando mayor potencia y amplia usabilidad. No es casual, por lo tanto, que las nuevas tecnologías de sus baterías constituyan una de las razones clave para el uso hoy popularizado de las herramientas inalámbricas.

Tipos de baterías y su evolución

Las primeras baterías selladas de plomo-ácido que iniciaron la revolución inalámbrica hoy están mayormente relegadas al olvido, ya que son demasiado voluminosas y agotan rápidamente su energía. Tampoco resisten el uso frecuente y su recarga no confiere la eficacia buscada. Como si esto no fuera suficiente, presentan un riesgo de contaminación del suelo y las aguas subterráneas.

El destino de las baterías de plomo-ácido quedó decidido cuando a principios de los años ’70 la comercialización de nuevas baterías de níquel-cadmio (Ni-Cd) introdujo el primer gran desarrollo en la tecnología para herramientas inalámbricas. Con un diseño mucho más compacto, mayor densidad energética y menor costo, las baterías de Ni-Cd gozaron de buena aceptación comercial, aunque hoy en día su uso ha disminuido debido principalmente a sus inconvenientes con el “efecto memoria” (reducción de su capacidad ante cargas incompletas) y por los peligros ambientales que conlleva la eliminación del cadmio.

Para resolver estos inconvenientes, los fabricantes desarrollaron baterías basadas en la química del níquel e hidruro metálico (Ni-MH). Aunque las baterías de Ni-MH no acusan el “efecto memoria” de manera tan pronunciada como las de Ni-Cd y son más fáciles de desechar, su costo es elevado y por ello su adopción tarda en generalizarse.

Fue a comienzos de los ‘90, finalmente, que la tecnología de baterías dio un salto impactante con el lanzamiento de las baterías de iones de litio (Li-Ion). Esta nueva tecnología promovió rápidamente el desarrollo de productos electrónicos, como computadoras portátiles y teléfonos celulares, pero las baterías de Li-Ion que estos portaban eran inestables en aplicaciones de gran demanda de corriente. En esta última década, no obstante, con la introducción de mejoras en la tecnología Li-Ion como litio-cobalto, litio-manganeso y otras, fue posible diseñar baterías para herramientas eléctricas, posibilitando el uso de las versiones inalámbricas de estas en entornos exigentes de la industria manufacturera y de la construcción.

Aunque la tendencia del mercado actual y futuro parece centrarse en baterías con la tecnología Li-Ion, hoy en día los fabricantes ofrecen herramientas inalámbricas con los tres tipos de baterías que acabamos de mencionar y cuyas características resumimos, para mayor claridad, en la siguiente tabla comparativa.

Tabla comparativa de baterias

Nuevas tendencias

a) Baterías y cargadores “inteligentes”

La continua búsqueda de baterías cada vez más estables y menos vulnerables a la acumulación del calor y otros inconvenientes se traducirá sin duda en herramientas de menor peso, mayor torque, mejor ergonomía y amplios beneficios ambientales.

El puntapié ya se ha dado con la expansión del concepto de “energía compartida” que ofrecen las nuevas baterías denominadas “multifuncionales” o “universales”. Muchos fabricantes ya comercializan una serie de herramientas que comparten las mismas baterías.

Herramientas Inalámbricas

La tendencia apunta a un menor número de tamaños de batería con más herramientas adaptables a estas, lo que sin duda beneficia al usuario. El hecho de disponer de varios tipos diferentes de herramientas que usan la misma batería intercambiable significa que la transición desde la fabricación en la industria hasta la instalación en una obra se verá facilitada. No solo eso, sino que estas nuevas baterías intercambiables vienen provistas con una serie de características y funciones basadas en microprocesadores y tecnología inteligente. En De Máquinas y Herramientas ya presentamos un ejemplo al respecto. Además, las baterías «universales» permiten que comprar una herramienta inalámbrica sea más económico, pues ya no será necesario comprar una batería para cada máquina.

Los avances también se extienden a los cargadores, puesto que podemos encontrar baterías cuyos cargadores están dotados con la capacidad de restauración. Estos cargadores fuerzan la descarga completa de la batería y vuelven a cargarla, posibilitando se restauración a un estado similar al de una batería recién adquirida y calibrando su electrónica. En el caso de las baterías de Ni-Cd, esta funcionalidad es muy importante porque elimina el efecto memoria, extendiendo significativamente su vida útil y disminuyendo la necesidad de contar con baterías de repuesto para nuestra herramienta.

b) Baterías controladas por dispositivos móviles

Ya que hablamos de tecnología inteligente, es útil enterarnos que la conectividad Bluetooth también ha llegado a las baterías de las herramientas inalámbricas, ofreciendo la posibilidad de monitorearlas, por ejemplo, desde nuestro teléfono celular.

¿En qué consiste esto? Básicamente, en el desarrollo de aplicaciones que permiten emparejar las baterías con dispositivos móviles Android o iOS mediante Bluetooth. Esto permite al usuario tener un diagnóstico inmediato de la batería, como su carga y temperatura, que altera la eficacia de la carga y descarga.

Las aplicaciones también emiten alertas cuando la carga de la batería es demasiado baja, cuando se completa la recarga o cuando la batería comienza a sobrecalentarse. Pero no es todo, ya que algunas de esas aplicaciones están provistas con características antirrobo que no sólo alertan al usuario cuando una batería se desplaza fuera del área de cobertura, sino que también cuentan con la capacidad de desactivarla remotamente desde la aplicación. Eso facilita el seguimiento de las herramientas en un sitio de trabajo y garantiza que permanezcan apagadas al término de la jornada laboral o cuando no están en uso.

Incluso ciertas aplicaciones pueden incluir la llamativa función de administrar el préstamo de una batería a un tercero, ya que pueden manejar el tiempo por el cual deseamos prestarla, a cuyo término la batería se desactivará automáticamente. Ciertamente, con esta funcionalidad, el viejo dicho de “prestado para siempre” dejará de tener efecto.

Todo parece indicar que la tecnología de las baterías no se detendrá en el litio. Los fabricantes seguirán desarrollando nuevos sistemas más duraderos y eficientes con la mirada puesta en mayores capacidades y menor tamaño. Es posible que también se reduzca notablemente el tiempo de carga, llegando incluso a eliminar completamente la necesidad de cargadores para proporcionar un medio alternativo de carga, por ejemplo, mediante energía solar.

No obstante, es claro que el mayor desafío al que deben enfrentarse las nuevas tecnologías de baterías para herramientas inalámbricas pasa por el factor económico, ya que una batería representa aproximadamente la mitad del costo total de la herramienta. Hasta tanto los fabricantes encuentren una manera para que la actualización a la nueva tecnología quede al alcance de los usuarios, la adopción de baterías novedosas y sofisticadas no tendrá la celeridad esperada.