¿Cómo hacer y verificar escuadra en obra con un nivel láser?

El nivel y la escuadra, cuando hablamos de obras, son un aspecto importantísimo a tener en cuenta: no es posible tener éxito en la construcción si las medidas tomadas no están perfectamente a escuadra ni a nivel.

En este artículo veremos la operación de esta herramienta de medición en distintos escenarios; también compararemos diferentes modelos con el fin de obtener una guía completa de para su elección en función de esta tarea.

¿Cómo hacer escuadra en obra?

La ventaja del nivel láser con respecto a las herramientas tradicionales (línea de plomo y escuadra) es que permite trabajar con un grado de precisión mucho mayor sin necesidad de transportar pesados instrumentos. La luz, por su naturaleza, no se curva, y este es el principio que se aprovecha en la herramienta láser para aportar perfección en las mediciones. Hacer y verificar escuadra en obra es una tarea fundamental para la construcción, ya sea en niveles verticales u horizontales, así como también para la instalación de diversas estructuras, soportes, etc.

Rectitud y nivelación con el nivel láser

El uso más sencillo de estos instrumentos es la comprobación de rectitud de superficies como repisas, cuadros, etcétera, lo que también se aplica para su correcta nivelación y colocación.

Si se necesita medir sólo la rectitud (sin importar el ángulo) de un elemento, basta con utilizar una de las líneas, bloqueando el autonivelado para evitar el parpadeo del láser por la detección de un ángulo de trabajo incorrecto.

Nivel láser de líneas

Si, por el contrario, se busca determinar el nivel de la superficie, es necesario utilizar modelos más avanzados que algunos fabricantes ya tienen en el mercado.

Para lograr una nivelación perfecta es necesario asegurarnos de que la superficie del suelo donde apoyemos el nivel láser sea horizontal y plana; obviamente esta condición nunca será perfecta, por lo que la mayoría de los niveles de calidad ofrecen una característica que les permite autonivelarse para compensar esos defectos en el terreno.

Si las líneas comienzan a parpadear es señal de que la superficie en la que está apoyado es demasiado irregular. En ese caso bastará con probar en alguna otra ubicación: más adelante o atrás, incluso es posible ubicarlo un poco a los laterales, ya que por su naturaleza, el láser seguirá proyectándose correctamente sobre la pared o superficie a trabajar.

Una vez lograda la autonivelación, se deben utilizar las líneas proyectadas por el nivel láser de superficies como guía para la correcta nivelación del elemento que necesitemos instalar o mover. En la pared veremos una cruz que utilizaremos para comparar el nivel del elemento con el del instrumento.

Si es necesario mover las líneas (para aproximarlas al elemento a medir, por ejemplo) bastará con girar cuidadosamente el instrumento de medición hasta que las lineas coincidan con la geometría de nuestro elemento.

Escuadra

Otro uso práctico es el de escuadra. Se define como tal al trazado de dos líneas perpendiculares entre sí y ortogonales con respecto a un tercer plano.

Escuadra con nivel láser

Escuadra vertical

Para esta aplicación necesitaremos un nivel que permita trazar líneas verticales y una superficie horizontal nivelada con un error máximo de 4 grados.

Ubicamos el nivel láser de líneas cruzadas en el suelo, próximo a la pared sobre la cual necesitamos trazar la línea vertical escuadrada. Seleccionamos la función de línea vertical en el instrumento y, una vez que éste las despliegue, buscaremos hacerla coincidir con el elemento horizontal con respecto al cual buscamos la escuadra.

Una vez logrado esto, sencillamente trazamos sobre la pared, con un lápiz, los puntos o la linea que necesitamos.

Escuadra horizontal

Si necesitamos colgar un cuadro voluminoso, simplemente debemos ubicar el nivel láser contra una pared (haciendo uso del soporte imantado que proveen algunos modelos, como el Bosch GCL 2-15) y escoger la función de líneas ortogonales (cruz). Cuando tenemos las líneas en la posición deseada (tanto en altura como en longitud), esperamos a que el instrumento se autonivele y nos proporcione las líneas necesarias para instalar o corregir el elemento con el que estemos trabajando.

Esta modalidad es útil también para llevar un control visual cuando se está llevando a cabo una pared hecha de ladrillos o cuando se está revistiendo una con cerámicos o azulejos. También para crear nuevas aberturas, para instalar tomacorrientes, aplicar algún elemento decorativo, etcétera.

Transferencia de punto del techo al piso

Puede ocurrir que necesitemos instalar algún elemento que requiera una vertical perfecta: un caño, una pequeña columna, un soporte para un cerramiento. En ese caso necesitaremos tomar dos puntos de referencia: uno en el techo y otro en el suelo.

Muchos modelos, al menos los más modernos, permiten lograr este cometido con un error menor a tres décimas de milímetro por metro lineal.

Proyección de líneas en ángulo

Supongamos que tenemos una rampa o una escalera a la cual es necesario instalarle un pasamanos. Con los métodos tradicionales, esto se lograba mediante complicadas ecuaciones y cordeles, escuadras y otros instrumentos.

Ahora, con la mayoría de los niveles láser es posible obtener una línea paralela en cuestión de segundos. Se elige la función de línea horizontal, se adosa el nivel a cualquier superficie y se busca, inclinando el instrumento, que la línea coincida con la pendiente de la escalera o rampa. Es importante bloquear la autonivelación, tanto para evitar el parpadeo de la línea (producto del ángulo) como para proteger el instrumento de los movimientos.

Cuando hayamos logrado que la línea láser esté paralela a la escalera o rampa, simplemente transportamos la misma hacia arriba, o hacia la ubicación deseada, y trazamos con lápiz los puntos en los cuales instalaremos los herrajes de soporte.