Una herramienta de medición indispensable para las obras de construcción en exteriores es el nivel óptico, de amplio uso en diversas aplicaciones. Oportunamente describimos un nivel óptico automático en particular porque son los más versátiles y, contrariamente a lo que podría suponerse, son los más fáciles de manejar.
La gran ventaja de los niveles ópticos automáticos es que requieren una sencilla nivelación a mano por medio de tornillos, como explicamos en el artículo anterior y, una vez logrado esto, el compensador incorporado en la parte interna del instrumento realiza por sí mismo las funciones necesarias para lograr una nivelación precisa y estable, asegurando un plano perfectamente horizontal independientemente de la posición del instrumento.
Los compradores más frecuentes de un nivel óptico automático son profesionales como topógrafos, relevadores de terrenos, instaladores de cimientos, constructores de terrazas y piscinas, agrimensores, contratistas de excavaciones, paisajistas, constructores viales e ingenieros que requieren nivelación exacta en todo momento. No obstante, también existen los aficionados que desean efectuar remodelaciones en sus parques, jardines o garajes y que pueden aprovechar las ventajas de estos instrumentos.
Por lo tanto, a la hora de elegir un nivel óptico automático es importante establecer a priori ciertos parámetros, tales como:
- Grado de precisión necesario, de acuerdo con el tipo de trabajo a realizar.
- Distancia de visión requerida.
- Frecuencia de uso del instrumento (a los efectos de la durabilidad, ergonomía, etc.).
- Condiciones del terreno donde se va a trabajar (interferencias, factores ambientales, como la resistencia a la vibración, etc.).
La consideración de estos factores nos orientará sobre las características que debemos buscar en el instrumento a elegir. Entre esas características podemos destacar los siguientes:
Precisión / alcance: un instrumento destinado al uso en exteriores, como los niveles ópticos que estamos revisando en este artículo, debe tener, de por sí, un buen alcance. Hay trabajos que, además de un buen alcance, también exigen una excelente precisión. Si estos son nuestros requerimientos, entonces debemos buscar instrumentos con un alcance mínimo de 60 metros y una precisión de al menos 3 mm/30 m. Naturalmente, estas características deberán ser mayores a medida que aumentan las exigencias del trabajo a realizar.
Magnificación: la elección del aumento de la lente de un nivel óptico depende de la aplicación. Así, por ejemplo, para obras a escala pequeña o mediana, que implican movimiento de tierra, drenaje, áreas verdes, encofrados de hormigón y otros trabajos de naturaleza similar, una magnificación entre 18x y 28x será suficiente. Para obras de ingeniería en general y proyectos de construcción que requieren mayores distancias y estándares de nivelación conviene elegir instrumentos con una magnificación entre 28x y 32x. Para los trabajos que exigen suma precisión de nivelación con los más altos estándares de exactitud, como la nivelación de equipos industriales y el monitoreo del desplazamiento vertical o la deformación debe contarse con una magnificación de 30x a 34x. Sin embargo, no debemos caer en el error de asumir que un nivel óptico con mayor magnificación es mejor que uno que ofrece menor magnificación. Muchas veces una gran potencia de magnificación puede ser un obstáculo, ya que dependiendo de las condiciones climáticas pueden magnificarse, por ejemplo, ondas de aire caliente, neblina o smog, dificultando, por lo tanto, la lectura del estadal. Esto significa que siempre es necesario establecer cuál es la distancia promedio a la que vamos a trabajar y, de ser posible, probar diversos aparatos con magnificación diferente para decidir el que nos ofrece las lecturas más claras del estadal desde dicha distancia.
Características del compensador: el compensador es el componente clave de un nivel óptico automático, ya que mantiene una línea de visión perfectamente horizontal, aun cuando pequeñas perturbaciones en el nivel desplacen la burbuja de su posición centrada. Es por ello que debe prestarse atención a ciertos parámetros que caracterizan el compensador, por ejemplo:
- Margen de nivelación: la mayoría de los compensadores provistos en los niveles ópticos tienen un margen de nivelación, o rango de trabajo, de ±12 o ±15 minutos de ángulo. Esto quiere decir que a ±12 minutos, el compensador puede corregir errores de hasta 4 pulgadas por encima o por debajo de la cruz reticular en el estadal situado a una distancia de 100 pies. A ±15 minutos, es posible corregir errores de hasta a 5 pulgadas.
- Tipo de amortiguación: generalmente la amortiguación del compensador es magnética. Sin embargo, los que trabajan en ambientes donde existen interferencias electromagnéticas (en las proximidades de antenas, cables, motores, etc.) pueden requerir niveles cuyo compensador cuente con amortiguación por aire.
- Botón de bloqueo: el mecanismo de bloqueo del compensador actúa no sólo como herramienta de control del dispositivo, sino también para el transporte seguro del mismo. El botón de bloqueo está situado debajo de la mira y su función es trabar los péndulos impidiendo el movimiento de estos cuando el nivel óptico se traslada de un lugar a otro. La falta de este mecanismo podría descalibrar y/o dañar el aparato; de ahí su importancia. Hoy en día las marcas principales de instrumentos de medición incorporan en sus niveles ópticos automáticos la función de bloqueo del compensador.
Unidades de medida: en las mediciones topográficas, la unidad predeterminada de los ángulos en muchas partes del mundo es el gon o grado centesimal. A cada cuadrante se le asigna un intervalo de 100 gon, lo que facilita el reconocimiento de los cuatro cuadrantes y la matemática que comprende los ángulos perpendiculares u opuestos. Así, 90 grados sexagesimales equivalen a 100 gon, 180 grados a 200 y 360 grados a 400 gon. Esto agiliza los cálculos mentales y ahorra mucho tiempo. Dependiendo del fabricante, algunos modelos de niveles ópticos vienen provistos con unidades de medida en gon, por lo que si nuestro trabajo implica frecuentes mediciones de ángulos, un instrumento con escala en gon puede resultarnos muy útil.
Grado de protección: es muy probable que durante el trabajo en una obra nuestro nivel óptico quede expuesto a la lluvia, el polvo o incluso a caídas o golpes. Atentos a ello, los fabricantes diseñan sus instrumentos para soportar, dentro de ciertos límites, este tipo de inconvenientes. Por lo tanto, cuando vayamos a elegir, averigüemos si el nivel óptico cuenta con protección y de qué grado. Este grado responde a normas DIN, se conoce como Código de Protección IP (del inglés, International Protection Rating) y consta de dos dígitos: el primero (de 0 a 6) indica la protección contra objetos sólidos y el segundo (de 0 a 8), la protección contra objetos líquidos. Al elegir un nivel óptico, asegurémonos de que la protección sea, al menos, IP 54, es decir, que esté protegido contra la entrada limitada de polvo (número 5) y contra salpicaduras de agua desde cualquier dirección (número 4).
Accesorios: como detallamos más arriba, muchos fabricantes venden sus niveles ópticos conjuntamente con un kit que incluye los accesorios principales, así como otros de gran utilidad. Es evidente que cuantos más accesorios estén incluidos en el kit, mayor será la conveniencia. Dichos accesorios son:
- Maletín de transporte: elemento de inclusión obligada en cualquier kit. Ofrece la protección que el instrumento necesita cuando no se usa y brinda condiciones seguras cuando debe transportarse de un lugar a otro.
- Trípode: elemento imprescindible de montaje. Si está incluido en el kit es una ventaja porque así podemos despreocuparnos de buscar uno cuya rosca se adapte perfectamente a nuestro modelo y marca de nivel óptico.
- Estadal: otro elemento imprescindible para cualquier nivel óptico a la hora de su uso.
- Plomada: el kit que comercializan muchos fabricantes incluye una plomada para centrar el nivel con respecto a un punto en el suelo como parte del proceso de nivelación del instrumento. A tal efecto, la plomada se suspende del tornillo de fijación del trípode y se hace coincidir el nivel con el punto deseado del suelo, ya sea desplazando el nivel sobre el trípode o desplazando el trípode.
- Llave allen y espiga de ajuste: aunque pueden adquirirse por separado, estas herramientas de reajuste casi siempre forman parte del kit. La llave allen es la que se usa cuando debemos reajustar el nivel circular; con ella desplazamos los tornillos de ajuste para situar la burbuja de aire en el centro del nivel circular, tal como muestra la siguiente figura:
Por otra parte, una vez que efectuamos el control de la cruz reticular siguiendo las indicaciones del fabricante, usamos la espiga de ajuste para reajustar la cruz mediante un tornillo situado en el ocular, según vemos en la figura de abajo:
En conclusión, hemos enumerado los puntos a considerar antes de comprar un Nivel Óptico, si quiere saber más sobre este producto y sus aspectos técnicos, puede continuar la lectura en Introducción al Nivel Óptico.
Un Comentario
JUAN CONDOR
Favor necesito de un teodolito y un nivel de precisión, que proporciones una línea perpendicular de 90 grados de la visión.
Necesita realizar calibración de tanques verticales por el método O.R.L.M. (MPMSC 2.2B).
Si tienen este equipo, estaríamos hablando de negocios.
Saludos
Juan Alberto Condor
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