Pelar cables es una de las tareas más comunes para cualquier electricista; se hace en cuestión de segundos. Pero ocurre que, en ocasiones, los cables están profundamente embutidos detrás de paneles de yeso o muy arriba en los agujeros del cielorraso; en esos casos, el trabajo puede convertirse en una pesadilla.
Afortunadamente, desde hace unos años existen pinzas pelacables especiales para este tipo de tarea: lo que antes podía demorar varios minutos y terminar en frustración, ahora sólo toma unos instantes.
La difícil tarea de pelar cables en lugares inaccesibles
El electricista experimentado imaginará de inmediato los agujeros del cielorraso: muchas veces, debido a que son placas de yeso colocadas por debajo de la loza de concreto, los cables quedan a un nivel muy por encima del techo y, con el tiempo y el cambio de artefactos, la punta del cable se hace cada vez más corta, con lo que queda la poco elegante opción de utilizar empalmes mal aislados, o rehacer el cableado.
Con las pinzas para pelar cables en lugares de difícil acceso eso ya no es necesario: bastará con introducir la herramienta, pelar el cable y colocar, tal vez, una bornera que ofrezca un punto de empalme más cómodo y accesible, que garantice, para las futuras modificaciones, contar siempre con la misma longitud de cableado.
También son motivo de dolores de cabeza las cajas de inspección, o las cajas para tomacorrientes en donde, debido a las sucesivas reformas y recambios, los cables han quedado cada vez más cortos, hasta llegar al punto en que la simple tarea de pelarlos para hacer una nueva unión es una tarea engorrosa.
En cualquiera de estos casos se hace necesaria la utilización de herramientas especiales para pelar cables, ya que con la tradicional pareja de alicate y pinza de punta es casi imposible; es allí donde la inventiva de las distintas firmas ha logrado solucionar un problema frecuente para el electricista.
La pinza pelacables para lugares de difícil acceso
Se trata de una sencilla herramienta pensada para ofrecer la remoción del elemento aislante de los cables en aquellos lugares en donde las herramientas tradicionales no pueden llegar fácilmente.
Existen, por supuesto, distintos modelos, cada uno con un funcionamiento diferente, aunque todos comparten el mismo principio: el filo de corte se halla en la punta, y el cable se toma siempre de forma frontal (a diferencia de los modelos más comunes, que cortan con un movimiento lateral). Veremos los dos modelos más comunes.
Tubulares
Son adecuados para los casos en los que, además de trabajar en un sitio poco accesible, tenemos cables cortos: este tipo de pelacable previene los cortes fallidos, y además, por su forma, es el que mejor se adapta a los espacios reducidos.
El funcionamiento es simple: se coloca el cable a pelar en el interior de la herramienta, se cierra ésta y se procede a girarla hasta que los filos internos cortan el elemento aislante. Luego, simplemente se tracciona hasta eliminar el plástico por completo.
Estos modelos, además de ser de dimensiones reducidas, son anatómicos y están pensados para trabajar con ellos sin que resbalen de nuestras manos.
Automáticos
Son un poco más voluminosos que los tubulares, pero permiten trabajar con mayor rapidez. Se trata de una adaptación de los clásicos pelacables automáticos, modificados para que puedan caber en sitios reducidos.
Poseen en la punta un filo en forma de V, con un tope plástico en la mandíbula opuesta. De este modo, al presionar allí el cable, el filo corta el aislante dejando los filamentos metálicos intactos. Luego el operario tira hacia atrás la herramienta, permitiendo así que el trozo de aislante cortado se remueva con facilidad.
La ventaja con respecto a los modelos tubulares es que generalmente poseen un filo adicional de corte, que permite realizar dos operaciones. La contra es que, al ser más voluminoso, no permite ser utilizado en todos lados.
Ventajas con respecto a los pelacables tradicionales
- La acción de devanado se realiza en forma frontal, con lo que el cable ingresa a la herramienta por la punta, y no de costado. Esto permite reducir las dimensiones del pelacables, haciéndolo ideal para lugares reducidos.
- Permiten, hasta cierto punto, trabajar a distancia. Si hay un cabo en el fondo de una instalación en alguna pared o en el techo —inaccesible con las herramientas comunes—, es posible pelarlo utilizando el pelacables tubular; sólo hay que abrirlo, colocar dentro el cable y cerrarlo.
- El agarre es naturalmente anatómico, por lo que es maś difícil que resbalen de la mano al trabajar con ellos.