El micrómetro de profundidad, como el mismo nombre lo indica, fue diseñado para medir la profundidad de agujeros, ranuras, espacios, canales de chavetas, etc. Existen versiones con lectura analógica y también, algunos más modernos, con lectura digital.
Este instrumento de medición se compone de una base templada, rectificada y pulida, combinada con una cabeza micrométrica. Los vástagos se introducen a través de un agujero existente en el husillo micrométrico, y se colocan en la posición correcta por medio de una tuerca estriada.
El husillo micrométrico está rectificado, con alta precisión, y tiene un curso que suele ser de 25mm o 1″, Las varillas son provistas con diferencias de 25mm (o 1″) cada una. Cada varilla emerge de la base y avanza de acuerdo al giro del tambor.
La lectura se obtiene exactamente de la misma manera que en un micrómetro externo, excepto que, en este caso, el cilindro tiene la graduación en el sentido opuesto.
Antes de utilizar un micrómetro de profundidad, asegúrese de que la base, la punta de la varilla y la pieza a medir estén limpias, y que la varilla esté perfectamente colocada en la cabeza micrométrica.
Al medir, sujete firmemente la base del micrómetro contra la base del objeto a ser medido, como se muestra en el video a continuación. Gire el tambor hasta que la varilla toque el fondo, accione la traba y remueva el micrómetro para realizar la lectura.
Video: ¿Cómo usar un micrómetro de profundidad?
Con el uso frecuente pueden surgir desgastes, para compensarlos, ciertos modelos cuenta con la opción de realizar ajustes a partir de una tuerca ubicada al tope de la varilla. Siempre que realice cualquier modificación, verifique luego la calibración utilizando un bloque patrón.
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