Desde tiempos muy antiguos, el acabado de superficies con y sin encofrado, tales como fachadas, paredes, techos, pisos y losas ha demandado el empleo de diversos revestimientos continuos, ya sea para protección y embellecimiento o bien para preparar la superficie con vistas a un tratamiento posterior (por ejemplo, colocación de cerámica, baldosas, azulejos, etc.).
Estos revestimientos continuos se pueden realizar de manera tanto manual como mecánica mediante el uso de mortero de cemento, cal, yeso, resinas sintéticas y otros. Dependiendo del material que se emplee, surgen distintos tipos de revestimientos, como por ejemplo, el enfoscado (que utiliza mortero con aglomerante de cemento o una mezcla de cal y cemento), el revocado (mortero de yeso o cal que se aplica en capas sucesivas hasta lograr el aspecto deseado) y el estucado (que usa varias capas de mortero de cal) entre otros.
Todos estos tipos de revestimientos implican el empleo de diversas herramientas. Entre las herramientas manuales se encuentra un grupo que ha sobrevivido siglos de uso y aún hoy goza de una amplia aplicación. Las herramientas más conocidas de este grupo son: esparavel, talocha, fratás, llana y espátula.
Es importante destacar que las denominaciones y usos de estas herramientas para el acabado de superficies pueden variar según el país o región, e incluso la habilidad del trabajador, por eso vamos a describirlas en el contexto más amplio posible.
Esparavel
El esparavel (no confundir con el utensilio del mismo nombre usado en la pesca) o plato pastero es simplemente una plataforma cuadrada de peso ligero, con o sin borde lateral, que posee un asa vertical central. Su tamaño varía entre aproximadamente 20 x 20 cm a 35 x 35 cm y por lo general está construido de aluminio, magnesio, plástico o madera, aunque se puede improvisar en el lugar de trabajo con muchos materiales diversos.
Las funciones del esparavel son básicamente dos: a) transportar el mortero desde el lugar en que se obtiene hasta el lugar donde se va a aplicar, y b) una vez en el lugar de trabajo, se sujeta con la mano menos diestra, mientras con la otra se toma, con la herramienta de aplicación, la porción de mortero necesaria para arrojarla y extenderla sobre la superficie deseada.
En algunos casos el esparavel se suele sustituir por una talocha para cumplir exactamente la misma función. De todos modos, queda claro que, aunque se puede utilizar la talocha para extender el mortero, el esparavel no sirve para este propósito, sino únicamente para sostener el mortero a modo de “bandeja”.
Talocha
A diferencia del esparavel, la talocha es una plataforma más bien rectangular (o terminada en punta) en lugar de cuadrada, y en vez de poseer un asa vertical tiene un mango transversal. Es angosta pero relativamente larga, de unos 50-60 cm y puede ser de madera o plástico.
Frecuentemente, la talocha y el fratás se consideran sinónimos y se usan para el mismo propósito, que es el de extender el mortero sobre la superficie e igualar los planos. Sin embargo, muchos usuarios no consideran adecuado el empleo de la talocha para este fin, ya que por su tamaño se hace difícil imponer con los brazos la fuerza suficiente para apretar y adherir satisfactoriamente el mortero contra la pared. Por lo tanto, en muchos casos, la talocha termina cumpliendo la misma función de «bandeja» que el esparavel.
Fratás
El fratás (o fratacho, flota o llaneta) es muy similar a la talocha, aunque más pequeño, y no sólo es la herramienta indicada para extender el mortero sobre superficies enfoscadas o estucadas y no encofradas de paredes y pisos, sino que además da el nombre a la operación de “fratasado”. El fratasado consiste en presionar una superficie describiendo un movimiento circular o en remolinos (de ahí que esta herramienta también se conozca con el nombre de “remolinador”) por encima del revestimiento, pero sin ejercer demasiada presión, sino frotando y aplicando agua en la superficie para lograr una mejor compactación. Esta operación se realiza con el mortero fresco y antes de que comience el fraguado.
Con el fratás se logra rellenar vacíos y huecos, nivelar protuberancias dejadas por operaciones anteriores e impartir una textura a las superficies, que quedan perfectamente planas, pero bastas y ásperas, con el agarre necesario para recibir capas sucesivas, aunque pueden dejarse tal como están, según la necesidad. La acción del fratás tiene la particularidad de dejar los poros abiertos, lo que contribuye a una disminución significativa de la contracción del mortero una vez que se seca.
Existen varios tipos de fratás y están construidos de diversos materiales. Estos materiales pueden ser:
- Madera: el fratás de madera tiene una hoja de 10-15 cm de ancho y aproximadamente 25-30 cm de largo. Se usa para alisar revoques gruesos.
- Plástico (PVC o poliestireno): logra acabados completamente lisos y sin textura ni relieves.
- Madera o plástico con una base de:
- Fieltro: da una terminación más suave y pareja, conocida como “fieltrado”.
- Goma espuma o corcho: alcanza una cierta textura de la superficie, dándole un acabado decorativo.
- Caucho: se utiliza para aplicar la lechada de cemento que sella las juntas entre baldosas de un piso. También es útil para rellenar una gran superficie de azulejos en paredes.
También es común el fratás angular, que es de aluminio o acero inoxidable, tiene superficies planas que se doblan en ángulo y se usa para el acabado de esquinas interiores de paredes revocadas.
Un tipo especial de fratás para pisos, denominados aplanadoras, son piezas planas rectangulares, de madera, aluminio o magnesio, y mucho más largas (de 1 a 2,5 metros) que se usan en las primeras operaciones de nivelación del hormigón o enlucido, antes de aplicar la llana y realizar el acabado. Incluso pueden incluir un mango para facilitar el uso en el alisado de superficies de hormigón fresco no encofradas.
Llana
La llana difiere de las demás herramientas que hemos visto porque está construida exclusivamente en metal, en particular, hierro o bien acero inoxidable. Es una chapa perfectamente plana parecida al fratás y tiene un mango de madera o plástico que puede ser abierto o cerrado.
La llana se utiliza tanto en paredes como pisos, principalmente para aplicar, distribuir y alisar el enfoscado y el enlucido; también para sostener una pequeña cantidad de mortero de yeso que se está aplicando con la espátula. Algunas están recubiertas de fieltro en la cara opuesta al asa y se utilizan para humedecer y alisar la superficie a enfoscar. Puesto que tiene la particularidad de atraer el agua y el aglomerante cerrando los poros, la llana sólo puede extender capas muy delgadas (de lo contrario el mortero podría cuartearse) en el yeso y con los morteros de áridos muy finos.
La forma y tamaño de la hoja de la llana están determinados por el propósito para el que se utiliza la herramienta y la manera de utilizarla. Por esa razón existen distintos tipos de llanas, tal como vemos en la siguiente figura, donde los números corresponden a la descripción que sigue.
1 – Rectangular lisa: con una hoja de aproximadamente 10 cm de ancho por 25-30 cm de largo, sirve como transportadora y manipuladora principal del mortero.
2 – Rectangular dentada: puede tener dos tipos de hoja que vienen de distintos tamaños: a) uno con pequeñas muescas en «V» en todo su perímetro, b) otro con muescas profundas en “U” o cuadradas en un lado y un extremo, mientras los otros dos bordes son rectos como en una llana rectangular lisa. Se utiliza para aplicar el mortero de material de fraguado u otros tipos de adhesivo que se usan para instalar baldosas de piedras naturales y de cerámica. La clase de operación realizada con llanas dentadas se denomina «peinado». La figura de abajo muestra los distintos tipos de dentado.
3 – De punta: de unos 5 cm de ancho x 25 cm de largo, se utiliza para terminar las juntas de mortero entre ladrillos y aplicar mortero nuevo a una junta cuyo mortero está deteriorado.
4 – Plana: es más pequeña, similar a la llana de punta, pero con un extremo cuadrado en lugar de una punta. Se usa para aplicar y alisar el material en zonas donde una llana más grande sería inconveniente.
5 – Angular: es muy similar al fratás angular y se utiliza para el acabado de los ángulos de esquinas formadas por superficies adyacentes en ángulo recto.
6 y 7 – Para esquinas interiores y exteriores: constan de una lámina de acero doblada para formar una esquina interior (6) o exterior (7) de 90°. Dependiendo del acabado requerido, la arista entre las dos mitades de la hoja genera un borde radial o cuadrado.
7 Comentarios
particular
Hola qué precio tiene la aplanadora con mango?
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Fabian
Neseaito una llana de pvc
tu padre
ok
Pedro ruiz
Hola necesito un esparavel, como lo puedo conseguir
Hernan Falcione
hola necesito un cepillo para peinar hormigon y la llana para alisar los bordes precio y si hacen envios al interior . gracias
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AMÉRICO CASTRO PRADO
Necesito un motor vibrador pequeño para aplanar cemento.
¿Me pueden ayudar?
Guadalupe Matias
podrías cotizarme un llana tipo avión de 36″ con extesion por favor.