Sin duda, quien esté leyendo este artículo actualmente usa o alguna vez ha usado un candado, ese dispositivo imprescindible para asegurar nuestras pertenencias.
No obstante, el candado dista mucho de ser un invento moderno. Desde épocas muy antiguas, que se adentran al menos cinco siglos antes de la era cristiana, los romanos, griegos y egipcios ya usaban rudimentarios candados de bronce o plata para proteger su propiedad. Más tarde, el uso del candado se extendió entre los mercaderes que navegaban por las antiguas rutas comerciales hacia China y otros puertos asiáticos.
Con el paso de los siglos, el diseño y los materiales de construcción fueron evolucionando hasta llegar a los muchos modelos que existen actualmente, de los más simples a los más sofisticados que responden a las más altas exigencias de seguridad.
Por lo tanto, al igual que hace dos milenios atrás, el uso de un candado hoy en día responde a dos propósitos básicos:
- Prevenir robos, vandalismo o daños.
- Evitar el acceso no autorizado a un área o elemento determinados.
Esto significa que al hablar de un candado, el término seguridad es lo primero que nos viene a la mente, y de hecho es el aspecto número uno que lo caracteriza. Pero para llegar a seguridad, primero debemos conocer a fondo un candado, comprender cómo funciona, saber cuidar y mantener el candado que ya tenemos, y/o contar con una buena guía para adquirir uno en caso de que lo necesitemos para un uso particular.
En este artículo atenderemos todas estas pautas bajo un criterio introductorio que posteriormente expandiremos en otra futura entrega. Comencemos, entonces, por lo básico.
¿Cuántos tipos de candado hay?
Aunque los candados se clasifican de diversas maneras, en principio debemos efectuar una distinción importante que los divide en dos grandes grupos:
- Candados con llave: son por lejos los más comunes y seguros. Dependiendo de su calidad, vienen provistos con una, dos o tres llaves que abren el candado (algunos modelos también lo cierran) mediante un mecanismo similar al de una cerradura de tambor con pines o pernos. Pueden adoptar diversos diseños que revisaremos brevemente más adelante.
- Candados sin llave: son los llamados candados de combinación, donde en lugar de usar una llave se abren mediante un disco giratorio o una serie de botones que responden a un código establecido por el usuario. Son una opción práctica para equipaje, varios usuarios, cerraduras que se abren con frecuencia, o personas que prefieren independizarse de las llaves.
Efectuada esta primera y amplia clasificación, sigamos adelante. Dado que prácticamente no hay un lugar donde no exista un candado, del hogar al negocio, de una caseta de jardín a una unidad de almacenamiento, de un casillero de institución deportiva a una caja de herramientas y un largo etcétera, esta amplia gama de usos requiere una amplia variedad de candados. Veamos entonces cuáles son los tipos más comunes que encontraremos en el comercio, muchos de los cuales se ofrecen en versiones con y sin llave.
Candados laminados: presentan un cuerpo formado por múltiples capas metálicas remachadas entre sí. Esta característica dificulta su apertura por parte de extraños, lo que brinda una opción robusta y a prueba de manipulaciones.
Candados resistentes a la intemperie: si se dejan al aire libre por mucho tiempo, los candados convencionales se oxidan o corroen hasta el punto de volverse inutilizables. Si este será el uso que le daremos a nuestro candado, entonces desde ya deberemos pensar en un candado resistente a la intemperie, fabricado con materiales resistentes como el acero inoxidable, o con una cubierta que protege el mecanismo de traba, especialmente diseñados para ser usados en exteriores o en entornos agresivos.
Candados de combinación: como vimos más arriba, estos son candados de bajo nivel de seguridad que no requieren de llaves, cuyo mecanismo de traba usa placas con una muesca o ranura en lugar de pernos.
Candados de combinación con llave maestra: ofrecen dos opciones de apertura, ya sea mediante combinación o con una llave maestra en caso de que el usuario olvide o no conozca el código.
Candados blindados o con coraza: presentan guardas de metal macizo que rodean el aro, dejando solo la parte superior expuesta, lo que hace casi imposible cortar el aro con una cizalla para pernos, la herramienta predilecta de los que cometen actos vandálicos con un candado.
Candados de alta seguridad: son una necesidad para proteger objetos de gran valor o lugares donde no deseamos el acceso no autorizado. Presentan características tales como un aro de acero endurecido, cubierto o blindado, un cilindro resistente a herramientas de manipulación como ganzúas, o un mecanismo de traba reforzado para resistir el ataque con palancas. Son los más costosos y también se comercializan con diversos diseños.
Partes de un candado
Independientemente de su tipo, todos los candados tienen tres componentes básicos que debemos conocer, porque son los que determinan muchas características para su elección correcta.
- Aro, arco o gancho
- Cuerpo
- Cilindro o mecanismo de traba
Aro, arco o gancho: es un grillete metálico que se abre y cierra alrededor del elemento a asegurar, por ejemplo, un eslabón de una cadena, una aldaba o los orificios de otro sistema de cierre. Los aros vienen en varias longitudes y diámetros para adaptarse a una amplia gama de necesidades.
Cuerpo: es la parte maciza del candado y contiene en su interior el mecanismo de traba.
Cilindro o mecanismo de traba: si el candado se accede con una llave el mecanismo de traba consiste en un cilindro. Si el candado se accede por combinación, es un mecanismo rotativo o un dial.
Si ya estamos usando un candado, es útil que conozcamos una serie de consejos que nos ayudarán a mantenerlo y prolongar su vida útil.
Cómo cuidar y mantener un candado
Como regla general, debemos efectuar el mantenimiento de nuestro candado de manera rutinaria, al menos una vez al año. Si el candado se encuentra en ambientes marinos (por ejemplo, una embarcación o un muelle) u otros entornos corrosivos, así como en áreas propensas a la precipitación contaminada (por ejemplo, en las inmediaciones de una central eléctrica o zonas de intenso tráfico automotor/aéreo) entonces la inspección y limpieza se debe realizar con mayor frecuencia.
a) Inspección general
- Observemos atentamente el candado: la suciedad y los depósitos de sal a menudo pueden causar daños en su superficie y en el mecanismo, incluido el cilindro, por lo que deben eliminarse periódicamente.
- Observemos la ventana, puerta, caja o cualquier otro elemento asegurado con el candado: las bisagras defectuosas, ventanas o puertas torcidas o los marcos deformados pueden sobrecargar otros componentes, reduciendo la vida útil del candado.
b) Limpieza del candado
- Usemos una solución diluida de un detergente líquido suave en agua tibia. Evitemos los líquidos muy calientes.
- Limpiemos la superficie con un cepillo de cerdas suaves o similar. No usemos herramientas abrasivas ni limpiadores fuertes de tipo solvente. Después de limpiar, enjuaguemos las superficies con agua dulce.
- Cuando sea necesario eliminar materiales de la superficie (por ejemplo, adhesivos) usemos el solvente más suave posible, por ejemplo, alcohol desnaturalizado, aguarrás o isopropanol. Asegurémonos de que el tiempo de contacto con el solvente sea mínimo y después retiremos completamente el solvente de la superficie del candado. En caso de duda, podemos realizar una prueba en un área pequeña del candado para asegurarnos de que no se produzcan daños o cambio de color en el recubrimiento.
- Cuando se requiera una limpieza más agresiva, puede ser necesario un abrasivo muy suave, tal como una crema para el pulido de automóviles, que usaremos de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
- No se recomienda usar agua de pozo para la limpieza debido a su contenido de minerales, que puede provocar manchas en el recubrimiento y originarle daños a largo plazo.
- Debemos asegurarnos de que los líquidos de limpieza no penetren en la cerradura o en el cilindro.
c) Lubricación del candado
- El cilindro debe lubricarse al menos una vez al año o cuando haya signos de dificultad al insertar o retirar la llave.
- Para ello, primero retiramos la suciedad y los depósitos de sal en el extremo del tambor del cilindro y en sus alrededores. Después, aplicamos una pequeña cantidad de lubricante a la llave y la insertamos en el tambor con un movimiento suave. Los lubricantes antióxido y antihumedad en aerosol son los más indicados.
- Los mecanismos y piezas expuestos deben limpiarse con un cepillo no metálico. Para ello aplicamos una pequeña cantidad de lubricante a base de teflón o, alternativamente, aceite mineral ligero para máquinas de coser, cuidando de no usar una cantidad excesiva, ya que esto tendrá un efecto perjudicial al adherir el polvo a estas superficies, pudiendo reducir la vida útil del candado.
Primeros pasos para adquirir un candado
Si no disponemos de ningún candado y planeamos adquirir uno (o más) que sea adecuado para nuestras necesidades, entonces tenemos por delante un largo camino de decisión.
Por lo general, tanto los fabricantes como los comerciantes acuerdan en que el futuro comprador busca las siguientes características en un candado:
- Que el aro sea resistente a cortes con seguetas o cizallas para pernos.
- Que sea difícil de violar con una ganzúa.
- Que sea resistente.
Esto significa que cuando hayamos decidido comprar un candado, debemos asegurarnos de elegirlo correctamente o de lo contrario habremos malgastado nuestro dinero y muy posiblemente también perdido nuestras pertenencias y/o logrado que personas extrañas hayan ingresado en lugares restringidos.
Hay muchos factores en juego a la hora de elegir un candado, ya que tenemos que considerar no sólo los relacionados con la aplicación específica y nuestras necesidades puntuales, sino además con muchas características propias del candado.
Comenzaremos por los factores más sencillos y rápidos de determinar. Para ello, debemos formularnos las siguientes preguntas.
1) ¿Qué valor tiene el objeto que deseamos proteger?
Si es valioso, entonces debemos tomar recaudos adicionales, porque puede convertirse en una atracción irresistible para los intrusos. Por lo tanto, un candado de alta seguridad será la elección obvia. El alto precio que deberemos pagar por un candado de alta seguridad es comparable a adquirir un seguro, con la única diferencia que lo pagamos una sola vez y no todos los años.
Si por el contrario el objeto no es tan valioso, la probabilidad de robo puede ser menor, así que un candado más económico y de menor calidad puede ser suficiente.
2) ¿Cuál será el entorno donde usaremos el candado?
Para uso general en exteriores, un candado estándar con aro endurecido proporciona mayor seguridad. El aro puede decolorarse con el tiempo, pero la corrosión es externa y no afectará el mecanismo de traba. Si el candado se va a usar durante un largo período en zonas salitrosas, a bordo de una embarcación, bajo el agua o en otros ambientes extremos, entonces debemos procurarnos uno que sea resistente a la intemperie.
Los elementos que están en contacto con el candado también deben evaluarse. Por ejemplo, la cadena o la aldaba que va a asegurar el candado, ¿son lo suficientemente fuertes? ¿La puerta y su marco son lo suficientemente robustos para esa cadena o aldaba? ¿Las estructuras y componentes circundantes coinciden con la clasificación de seguridad del candado que deseamos usar? Una vez más, es fundamental considerar el valor del elemento a proteger.
Los garajes y casetas de jardín son particularmente vulnerables a los ataques y buenos candidatos para usar un candado de alta seguridad. No obstante, es imprescindible usar un candado de alta seguridad con accesorios del mismo nivel de protección. No tiene sentido, por ejemplo, invertir una fortuna en un candado de alta seguridad para colocarlo en la puerta de una caseta desvencijada o usarlo con un juego de aldabas y grapas que adquirimos en una mesa de saldos. Tampoco es razonable invertir en un candado y accesorios de alta seguridad para una caseta de jardín donde solo guardamos algunas macetas y una bolsa de tierra o abono. En cambio, si esa caseta está destinada a almacenar nuestra costosa maquinaria de jardín, como una cortadora de césped o una bordeadora, un candado de alta seguridad usado en combinación con una cadena y/o anclaje de alta seguridad es una pequeña inversión para el nivel de protección que vamos a obtener.
3) ¿El candado se ve adecuado para la función que va a cumplir?
El tamaño por sí solo no es un indicador confiable cuando se trata del desempeño o la efectividad de un candado, pero obviamente usar un candado endeble de 40mm con un aro grueso o viceversa, no se vería adecuado.
Si somos encargados de un edificio, por ejemplo, y tenemos muchos candados para administrar, conviene considerar las opciones del sistema de llaves. Como veremos oportunamente, las llaves de candados pueden ser: únicas (cada candado con su llave), iguales (una sola llave abre todos los candados de un solo grupo, conocidos como «candados hermanados») o maestras (una sola llave abre todos los candados de todos los grupos, conocidos como «candados amaestrados»). Por otra parte, una opción de «llave restringida» reduce el riesgo de duplicación no autorizada de la llave.
Si el candado será usado por muchas personas, puede ser ventajoso uno de combinación, es decir, como vimos más arriba, uno que no se acciona con una llave. Sin embargo, los candados de combinación son vulnerables y solo se prestan para aplicaciones de bajo nivel de seguridad.
Una vez que tomamos una decisión acerca de todos estos puntos, ya estamos en condiciones de profundizar detalles en lo que respecta a las características del candado en sí, tales como aro, cuerpo y cilindro, todas las cuales determinarán el grado de seguridad que vamos a obtener.
Nos ocuparemos de este abordaje en un próximo artículo, que nos ayudará a elegir el candado más adecuado para nuestra aplicación.
2 Comentarios
cerrajeros madrid 24 horas
El artículo más completo que he visto sobre este tema! Es complicado a veces diferencias todos estos candados con la gran cantidad de tipos que hay! Gracias por compartir. saludos
María Andrea
Bueno, ahora sé lo que quiere decir Cerradura hermanado.Gracias por la excelente explicación y consejos de los candados