¿Cuántos tipos de serruchos hay y cuáles son sus características?

Con un origen que data de épocas muy antiguas, es posible que el primer serrucho usado por el hombre primitivo haya sido simplemente un trozo de hueso de mandíbula de un animal con los dientes intactos. Desde estos humildes comienzos, el serrucho se ha convertido en la infaltable herramienta manual de todo taller de carpintería, que hoy en día aún sigue en crecimiento, porque se desarrollan nuevos serruchos especializados según la necesidad, que no sólo abarcan el corte de la madera, sino también de plásticos, yeso, cartón, fibra y hormigón, entre otros materiales.

Es importante conocer algunos conceptos básicos, así como los diversos tipos de serrucho disponibles. Este conocimiento podrá guiarnos en la selección de características que serán útiles para decidir la idoneidad del tipo de herramienta que estamos buscando. Por eso, comencemos por lo fundamental.

Partes de un serrucho

En general, un serrucho presenta dos componentes principales: la hoja y la empuñadura o mango. Si lo observamos desde el lado plano, el borde inferior de la hoja, donde están los dientes, se denomina “frente” y el lado opuesto, en la parte superior, recibe el nombre de “lomo”. La parte del filo de corte más cercana a la empuñadura es el “talón” de la hoja, mientras que el otro extremo se llama “puntera” o “punta”, tal como si se tratara de un calzado.

Partes de un serrucho

Sin embargo, no todos los serruchos son iguales, por lo que existen diversas características de diseño que les confieren ciertas propiedades, por ejemplo:

• Muchos tipos de serrucho, como el que vemos en la figura de arriba, presentan hojas cuyo ancho se va estrechando gradualmente hacia la puntera. Este estrechamiento es deliberado, ya que impide que la hoja se atasque en la madera al realizar cortes profundos.
• Otros serruchos, como los de costilla y para cola de milano (que veremos más adelante) tienen un refuerzo a lo largo del lomo de la hoja, como muestra la siguiente figura. Este refuerzo denominado precisamente “costilla”, proporciona un soporte adicional a la hoja delgada que de lo contrario podría doblarse o pandearse al efectuar el corte.

Refuerzo de serrucho

• Por otra parte, la mayoría de los serruchos tienen dientes triscados. Esto significa que están doblados lateralmente en un ligero ángulo con respecto al cuerpo principal de la hoja. El triscado es alterativo, es decir, un diente a la izquierda, el siguiente a la derecha, luego otro a la izquierda y así sucesivamente (ver figura de abajo).

Serrucho con dientes triscados

• Este triscado ensancha el filo de corte con respecto al cuerpo de la hoja, lo cual, nuevamente, impide que el serrucho quede atascado cuando realiza un corte profundo. El ancho del corte que efectúa el serrucho se denomina “entalla”, por lo tanto, el triscado sirve para que la entalla sea más gruesa que la propia hoja.

Características de la hoja

• Las hojas de serrucho pueden ser de dos tipos de material: acero o acero rápido. Mientras el primero es el tipo básico de hoja, el segundo ofrece mayor resistencia y cantidad de cortes.
• El número de dientes (o puntas) de la hoja es muy variable, dependiendo del tipo de corte que se desea. Cuantos más dientes tenga el serrucho (medidos en número de dientes por pulgada o DPP) más fino y limpio será el corte. En general, podemos distinguir tres tipos de dentado, como observamos en la figura que sigue.

Tipos de dentado de serrucho

• A su vez, la longitud de la hoja también varía, generalmente, entre los 160 y 650 mm, dependiendo del uso que se le dará a la herramienta. Cuanto mayor es la longitud, mayor será la superficie de corte, y ello nos permitirá ahorrar mucho tiempo.

Tipos de serrucho

Ahora que hemos visto los componentes y características principales de un serrucho, conozcamos los diversos tipos que podemos encontrar con mayor frecuencia en el comercio.

a)  Serruchos universales

Posiblemente el tipo más fácilmente reconocible de serrucho, es una opción popular para usar en tableros y paneles de madera. Diseñados para cortar por empuje, tienden a tener hojas más gruesas que se estrechan hacia la puntera para minimizar el peso total de la herramienta. Hay modelos disponibles con hojas que cortan específicamente en el sentido del grano de la madera  o transversal a este, y algunos pueden efectuar ambos tipos de corte. La empuñadura grande en forma de “D” confiere al usuario un agarre firme y un máximo control del corte.

Serruchos universales

b)  Serruchos de costilla

Están diseñados para cortar machihembrado y efectuar cortes más finos y controlados. Son mucho más pequeños que un serrucho universal y también tienen hojas mucho más delgadas, con una longitud entre 250 y 350 mm, y un número de dientes por pulgada (DPP) entre 13 y 15. Como cortan por empuje, la hoja debe estar reforzada para evitar el pandeo durante el corte. Esto se hace generalmente agregando al lomo del serrucho un refuerzo de latón (o “costilla”), que no sólo sostiene la hoja, sino que también le añade peso. Debido a esta costilla, el serrucho no puede efectuar cortes profundos, pero mantiene la hoja en tensión, lo que le permite realizar cortes finos. Al igual que el serrucho universal, los serruchos de costilla también tienen mangos en “D” y presentan otras variantes conocidas:

• Serruchos de ebanista: algunas marcas denominan así al serrucho de costilla que en lugar de mango en «D» tiene un liviano mango recto con cuatro caras para facilitar el agarre. Debe su nombre a que los ebanistas lo usan en ajustes y cortes de colas de milano y ensambles de todo tipo.
  Serruchos para cola de milano: es una versión reducida del serrucho de costilla, con una hoja de 200 mm de longitud y entre 16 y 22 dientes por pulgada, los cuales son más finos y no están dispuestos del modo habitual. El ancho que necesita la hoja se logra gracias a la rebaba que queda con el afilado de la herramienta. Se fabrican normalmente con mango cerrado o mango abierto de pistola. Se usan especialmente para cortar ensambles finos en maderas duras.
• Serruchos de precisión: son versiones pequeñas con 26 DPP para corte en piezas delicadas.
• Serruchos miniatura: son versiones muy finas y apropiadas para la construcción de maquetas. Las hojas presentan un dentado tan pequeño, 33 DPP, que no se pueden afilar, por lo que deben reemplazarse directamente por hojas nuevas.

Serrucho de costilla

Serrucho de ebanista

Serrucho para cola de milano

c)  Serruchos para contrachapado

Son especialmente indicados para materiales finos y medianos, como contrachapado, laminados y plásticos, y presentan una hoja ancha y rígida con dentado fino. La puntera es redondeada y también dentada (en algunos modelos, los dientes cubren también una parte del lomo), lo que permite iniciar cortes en la mitad de la superficie. La empuñadura está atornillada a la hoja y puede usarse como aproximación para marcar ángulos a 45º y 90º.

Serruchos para contrachapado

d)  Serruchos de punta o de aguja

Tienen una hoja larga y estrecha que es perfecta para cortar formas, curvas y radios estrechos, incluso en el centro de un tablero grande, aunque también es lo suficientemente grande como para efectuar cortes rectos. Con una función semejante a la de una sierra caladora, se prefiere este tipo de serrucho para hacer cortes exactos o trabajar con materiales finos o delicados, tales como madera contrachapada o drywall. El mango de pistola se adapta a hojas de entre 8 y 10 DPP.

Serrucho de punta o aguja

e)  Sierras para madera

Además de los serruchos, se dispone de distintos tipos de sierras para el corte curvo de la madera, así como sierras tronzadoras y serruchos de poda que permiten el corte de árboles y ramas, y que ya revisamos oportunamente en este artículo. Por lo tanto, aquí nos ocuparemos de mencionar brevemente las seguetas para carpinteros y ebanistas que, al igual que el serrucho de punta, permiten cortar curvas.

• Seguetas: son extremadamente versátiles, ya que pueden usarse para hacer curvas en muchos tipos diferentes de materiales, como madera maciza y tableros manufacturados, metales y plásticos. Tienen un bastidor, por lo general con un mango integral, que permite que la hoja de 150 mm se mantenga en tensión durante el corte. La hoja delgada que tienen entre 15 y 17 DPP está diseñada para desecharse una vez desafilada y se puede montar para cortar por empuje o por tracción, dependiendo de la preferencia del usuario. La altura del bastidor determina la profundidad de corte de la sierra.
• Sierras de calar: tienen un bastidor en forma de “U” que permite hacer cortes en chapas o tableros manufacturados delgados. A diferencia de la segueta, la hoja es muy frágil, llegando a tener hasta 32 DPP y es extremadamente estrecha, ideal para cortar formas complejas, curvas y recortes, gracias a un diseño en el que puede triscarse en ángulo con respecto al bastidor.

Sierra de calar – Segueta

• Sierras japonesas: los ebanistas y carpinteros altamente especializados hacen buen uso de un grupo de sierras japonesas, entre las que se destacan las kataba, ryoba, dozuki y mawashibiki. Se trata de herramientas costosas, con mango generalmente de bambú y hoja muy delgada de acero de óptima calidad, con un alto número de dientes y poco o nada de triscado que, por ende, genera una entalla muy delgada. Estas sierras producen un corte muy limpio y libre de astillas, lo que las convierte en favoritas para trabajos de unión fina, corte de molduras para marcos de cuadros, machihembrados, colas de milano y otras tareas donde los detalles de terminación son extremadamente importantes. Las sierras japonesas también son muy útiles para el corte de madera maciza y madera blanda, madera contrachapada y materiales compuestos, dejando un acabado limpio a las superficies cortadas.

Sierras japonesas

Los mencionados son los serruchos de uso más común, pero existen muchas otras variantes que surgen, como apuntábamos al principio, de acuerdo a las necesidades de cada sector.

Sin embargo, con todos estos conocimientos, tendremos una idea más clara del serrucho que más nos conviene para nuestro trabajo y podremos efectuar una elección más sencilla. De eso precisamente nos ocuparemos en un próximo artículo.